El carnaval de Ensenada, está en su 133 aniversario y es la fiesta popular más grande y de mayor antigüedad de las zonas urbanas de Baja California. Sus orígenes se remontan a la última década del siglo XIX. Sin embargo, por diversos motivos se ha tenido que suspender algunos años a lo largo de su historia, pero nunca se había hablado de desaparecerlo, como ha estado sucediendo durante la actual administración municipal. En este artículo, hago un recuento general de los primeros carnavales que dieron brillo a Ensenada y que tuvieron su época de oro. Lo cierro con un recuento de las suspensiones y algunos de sus motivos.
El primer carnaval fue en 1891
El primer carnaval se celebró del domingo 8 al martes 10 de febrero de 1891. La fiesta se inició para darle la bienvenida al general Luis Emeterio Torres, quien era el jefe político del Distrito Norte de Baja California y estaba de regreso en su residencia de Ensenada. La población que en ese tiempo era de alrededor de 600 habitantes, acudió muy entusiasmada al festejo, y acompañada de una banda musical, recorrió toda la Avenida Ruiz. Al frente iba una persona que portaba una bandera mexicana y gritaba “VIVA EL CARNAVAL”.
Durante los tres días, niños y adultos se enfrascaron en verdaderas batallas en donde se arrojaron harina de trigo, entonces no se usaba el confeti. Al final del día, las calles lucían completamente blancas.
El martes de carnaval, cerró con una cena baile de disfraces y antifaces. La fiesta se llevó a cabo en las instalaciones de la Aduana, que se localizaba en un amplio predio de las calles Gastélum y López Mateos, frente a lo que hoy el Museo Regional de Historia, antes Cárcel Municipal. El general Torres y su esposa, fueron los anfitriones del histórico evento.
Los carnavales de 1892 a 1917
Entre 1892 y 1897, las fiestas del carnaval fueron muy similares a la de 1891. Básicamente, consistía en desfile por las principales calles, música de banda, gente vestida con mascarillas y diversos trajes típicos, arrojo de harina a todos los asistentes, el cierre con una cena y baile de disfraces. En 1892, se comenzó a usar los cascarones de huevos rellenos con pedacitos de papel de diversos colores, similares a lo que hoy conocemos como confeti. De los carnavales celebrados entre 1898 y 1917, hay poca información disponible, y solo conocemos algunas fotografías que dan testimonio de aislados carnavales. En esos años se desarrollaba una lucha armada en casi todo el país. En Baja California, se gestaban invasiones de estadounidenses con fines anexionistas, por lo que no había las condiciones necesarias para hacer fiestas masivas.
El carnaval de 1918
Es un carnaval bien organizado y documentado. En su organización intervino un joven llamado Cecilio Miranda que conocía de carnavales, debido a que venía de Mazatlán, donde ya era una larga tradición ese tipo de festividad. Existe una buena cantidad de fotografías que nos ilustran la fiesta. El periódico Hispano Americano de San Diego en su edición del 23 de febrero de 1918, nos describe un carnaval muy exitoso en el que menciona a los integrantes de la Corte Real, encabezados por la reina Luz Caballero de Guisa y el rey José Chavarín, quienes fueron acompañados por las distinguidas damas de honor Elena Romero, Margarita Pardo y Mercedes Ibarra, y de los chambelanes Coronel Juan C. Zertuche, Fernando Romero y Gilberto G. Ramos, y de los pajes niñas Lucia Serrano y Pina del Rio. Formaron también parte del acompañamiento, algunos Ministros de la Corona, Cuerpo Diplomático, altos funcionarios y guardias palatinas.
La Corte Real encabezó el desfile el domingo, en medio de aplausos, confeti y serpentinas que arrojaba la nutrida concurrencia. También participaron carros alegóricos y automóviles adornados. El periódico, menciona que el mismo domingo por la noche, se llevó a cabo en los salones del Palacio Real, el baile de gala denominado “Baile de Dominó y Careta”, donde participaron más de ochenta mascaritas. El baile terminó a la una de la mañana del siguiente día. El lunes y martes se repitió el desfile.
Carnaval de 1919
Carnaval histórico y bien organizado, en donde se destaca una gran participación de ciudadanos. El comité de carnaval estuvo encabezado por el Coronel Miguel Álvarez; el Lic. Luis G. Martínez, como presidente efectivo; Heraclio Ochoa, vicepresidente; A. S. Pardo, tesorero; Julio Ramírez, secretario; Francisco Rocha, prosecretario, y 13 vocales. Las candidatas que participaron para ocupar el máximo trono de la festividad, fueron Flora Villarino, Isabel Villarino, María Antonieta Cota, Lolina Araiza, y María Palacios, quien resultó ser la ganadora del concurso. Aparte de María Palacios como reina, el Consorte Real estuvo formado por José Chavarín, Angelita Andrade y Anita Ochoa, entre otros.
El desfile carnavalero, se iniciaba en las calles Segunda y Obregón, junto a donde se encontraba el simbólico Hotel Bay View, que fue construido en 1887. Siempre lo encabezaba la banda musical, seguida por el elegante carro alegórico de la Corte Real y los vehículos donde se transportaban los ciudadanos con sus elegantes disfraces que generalmente adquirían en San Diego. El desfile recorría las calles Ruiz y Gastélum y terminaba en el Paseo Hidalgo.
Carnaval de 1921
Al carnaval de 1921, se le recuerda con cariño y nostalgia. Dos factores marcaron la diferencia con las fiestas que le antecedieron: la Corte Real estuvo representada por Leonor Martínez como una de las más bellas reinas de la fiesta carnestolenda, y el legendario personaje Faraón Sarabia, que personificó al Rey Feo; y por otro lado, la algarabía popular ensombreció, ante la muerte de un pariente cercano a la reina, hecho que provocó la suspensión del desfile, en un solidario gesto de duelo por la soberana. Tal vez por eso, el evento cuenta con escaso material fotográfico.
Carnaval de 1922
Lúcido y bien organizado carnaval, fue encabezado por la experimentada y entusiasta María Antonieta Cota Fernández que ya había participado como candidata en 1919. Su Consorte Real, estuvo formado por Álvaro Rivero como Rey Feo y los pajecitos Refugio Ramírez y Rosalba Ibarra, entre otros.
El carnaval se llevó a cabo del 25 al 28 de febrero, contando con un programa en donde se detallaban las actividades diarias, incluyendo la quema del mal humor. El programa es muy chistoso y tiene grandes detalles. A continuación, se presenta un resumen desglosado por día:
Día 25. En los patios de la Aduana Marítima, se citó a todo bicho viviente y de ultra tumba, sin distinción alguna, para formar la Gran Procesión que acompañará a la junta de notables del gran comité que se encargará de formar el cortejo fúnebre que irá custodiando al odioso Mal Humor. La procesión desfilará por la calle Gastélum, hasta la Sexta y se regresará por la calle Ruiz, hasta la entrada al muelle, donde se dará lectura a la espeluznante sentencia y ejecución del Mal Humor, y desde ese momento dar rienda suelta a La Locura, que se esparcirá por todas las calles que conducen al Coliseo del Centenario, a presenciar la gran función de gala en honor de la Reina electa.
Día 26. Entrada triunfal de la Bella Majestad, que será acompañada por los señores Luis Beltrán, Julio Núñez y “Zuñiguita” Miranda, que conducirán sus auto hojalatas. A las diez de la mañana, se trasladará en compañía de un nutrido contingente a la Plaza Hidalgo, en donde el alcalde le hará entrega de las llaves de la ciudad. Enseguida, la reina desfilará por la calle Ruiz y Segunda, para dirigirse a la calle Quinta y retomar la Ruiz, hasta la calle Tercera y Gastélum, donde se encontraba el antiguo Palacio Municipal, ahí se llevara a cabo el solemne Acto de Coronación de la Reina María Antonieta. A las 16 horas dará inicio el gran desfile de carros alegóricos, que desfilarán por las calles principales, terminando en la Plaza Hidalgo, donde se dará la gran fiesta, que culminará con disfraces y caretas que se quitarán a las doce de la noche.
Día 27. La fiesta sigue en las calles, en donde solo se les permitirá salir disfrazados, cuando menos de zorra con la cara pintarrajeada, diablos, osos, burros, o los que estén considerados en esta categoría. Todo mundo, sin distinción de pelos o colores, desde los chamacos de ambos sexos, hasta los viejos verdes, deberán echar su cana al aire, entregados a la locura. A las 16 horas, la Corte Real se trasladará a las instalaciones del Club de Ajedrez, donde disfrutarán de champagne y exquisitos pasteles. A las 17 horas, la gran comitiva partirá a las instalaciones de la Sociedad Mutualista Progreso, en donde se les ofrecerán deliciosos caldos Beltranianos. A las 20 horas, se dará el gran baile popular en el Palacio de Cristal, situado en la esquina de las calles Ruiz y Primera, que será amenizado por la mejor orquesta del reino.
Día 28. Todo mundo queda invitado para lanzarse a la vía pública, donde amenizarán las mejores bandas y sin fijarse en que fachas andan, deberán bailar piezas robadas y calabaceados, a fin de sacar la cruda del día anterior. Así seguirán hasta las 15 horas, en que todos se trasladarán a Palacio Real, donde estarán los carros alegóricos, automóviles, con o sin adornos y cuanto vehículo haya en la localidad para esperar a los soberanos que llegarán en la Carroza Real para dar inicio al gran desfile nunca antes visto. Desde ese momento se iniciará una batalla de confeti durante todo el trayecto que culminará en la Plaza Hidalgo, donde se entregarán los premios a los mejores carros alegóricos y disfraces. Se invita a toda la prole para que asista al cierre de la fiesta, en donde se ofrecerá el gran Baile de Fantasía, en honor de su Majestad, todos deberán ir vestidos con atuendos orientales.
Carnaval de 1923
Festividad bien desarrollada y parecida al anterior carnaval, debido a que la soberana electa fue Beatriz Cota Fernández (Beatriz I), era hermana de María Antonieta, que había encabezado la gran fiesta de 1922. La Corte Real, también estuvo compuesta por el Capitán Carlos Alarcón, como Rey Feo, Faraón Sarabia, Enrique Palacios y los hijos de Melquiades Verdugo y Lolita Weber, entre otros.
El evento tuvo lugar los días 10 al 13 de febrero, con el siguiente programa de trabajo:
Sábado 10. A las 17 horas, se cita a reunión en el Teatro Centenario a fin de formar las diferentes comisiones y autoridades carnavalescas que se encargarán de darle en la torre al maldito Mal Humor. Acto seguido, se organizará el desfile fúnebre que encabezara el verdugo, seguido por el cajón salido del basurero donde irá maniatado, amordazado y con grilletes el Mal Humor. Los que gusten, podrán ir a pie, a caballo, en burro, en gato, en perro, y los que no tengan en donde, hasta en el automóvil de Luis. Llegados al muelle, el Juez Francisco Zazueta, caballero de la Orden del Susto, leerá con crueldad la sentencia, que una vez terminada, arrojarán de cabeza al agua al inculpado. Terminado el acto, quedan todos autorizados para hacer relajo donde se les pegue la gana, hasta amanecer el domingo.
Domingo 11. A las 10 en punto, todo mundo (menos los muertos), estarán muy vivos en el muelle, para presenciar la entrada de los reyes Beatriz y Chale. Acto continuo, el alcalde de la ciudad Don Tomás Kota, les hará entrega de las llaves de la cuidad. Luego irán al Real Alcázar (vulgar salón municipal), donde serán coronados. Después se obsequiara a los reyes un tequila de los que vende González a dos por peseta, para que tomen fuerza y bailen un rato. A las cuatro, todos deberán ir a presenciar el desfile de carros alegóricos y las batallas de confeti y flores, que durará hasta la siete. Después se irán a descansar para estar listos para el baile de Dominó y Careta que inicia a las nueve.
Lunes 12. En la mañana se curaran las crudas aquellos que lo ameriten, los demás tendrán que ir a trabajar, o no comen. A las tres y media, los reyes visitarán el Club de Ajedrez y la Sociedad Mutualista Progreso, en donde les harán una recepción. En la tardecita, se escucharán los ecos de las comparsas, hasta que el sueño les gane.
Martes 13. ¡Uy que fecha, ni las gallinas ponen!. A las cuatro y media de la mañana, Don Francisco Zazueta, Don Luis Beltrán, Don Tomás Cota, y demás, recorrerán las calles a bordo de sus cucarachas, haciendo un ruido infernal para despertar a los dormidos. Todos deberán acudir al Paseo Hidalgo a las diez, donde escucharán a la monumental orquesta. A las doce, cada quien se largará a comer donde les den y a las cuatro de la tarde, comienza el gran desfile de carros, combate de flores, serpentinas, confeti, ramas de pirul, cuchufletas y demás yerbas. Se otorgarán premios al mejor carro adornado, al carro alegórico más presentable. También se dará premio y oreja al carro más destartalado y feo. A las nueve de la noche, se concluye con un gran Baile de Fantasía en honor de Beatriz y Chale.
Recuento de los carnavales de Ensenada
Entre 1891 y el 2024, se han realizado poco más de 100 fiestas de carnaval en Ensenada. El carnaval de 1918, impuso una manera eficiente de organización que ha prevalecido con pocos cambios. Entre 1891 y 1950, hubo alrededor de unas 28 interrupciones, algunas de ellas influidas por la inestabilidad social y política de corte nacional y regional, como los conflictos derivados de la Revolución Mexicana y los la Segunda Guerra Mundial. A partir de 1950 y hasta el 2021, la fiesta popular más importante de Ensenada, se llevó a cabo sin interrupciones y con tendencia a crecer cada año, sin embargo, debido a la pandemia originada por Covid-19, se tuvo que cancelar la fiesta en la calle durante los años de 2021 y 2022.
Cambios de lugar, concesiones a la iniciativa privada para llevarlo a cabo, falta de interés de la autoridad municipal, y oposición de un pequeño grupo de empresarios para que salga la fiesta de la zona centro, entre otros, es lo que ha venido socavando a la única fiesta popular de los ensenadenses.
Aunado a ello, el año pasado (2023), estuvo a punto de cancelarse y a unos cuantos días de la fecha, el carnaval regresó a la zona tradicional en la que por más de 100 años se había llevado a cabo, pero un grupo de comerciantes de la zona no estuvo de acuerdo y se opuso a que la fiesta se llevara a cabo, aun así, se hizo pero fue un carnaval pobre que en casi nada se parecía a los que le antecedieron en los buenos tiempos.
2024, el más reciente golpe al Carnaval
El pasado 16 de enero, el Cabildo del XXIV Ayuntamiento de Ensenada, dio un duro golpe a la fiesta carnestolenda en donde acordaron suspender la edición del 2024. Los motivos, de acuerdo al alcalde (nota de El Vigía del 17 de enero), fueron las lluvias y el frio, como si fuera la primera vez que hay lluvia y frio en un carnaval de Ensenada, de haber sido así, ya hubiera habido un gran número de suspensiones en las anteriores fiestas, pues lluvia y frio son parte de los carnavales del puerto. Solo hay que recordar una frase muy popular que dice “si no hay lluvia, no es carnaval”.
Ante la decisión del cabildo, un buen número de ensenadenses mostró su inconformidad, y al parecer, hubo algún acuerdo y en los siguientes días, se anunció que habría un “Carnaval Conmemorativo de Ensenada”, del 8 al 13 de febrero, que de acuerdo al programa, muy poco se parece a la fiesta tradicional.
Cierro el artículo con la siguiente pregunta: ¿Cuál es la verdadera razón para suspender la fiesta popular más representativa de Ensenada?
Créditos
- Periódico Hispano Americano de San Diego. Edición del 23 de febrero de 1918
- Nota periodística de Gerardo Sánchez. Periódico El Vigía del 17 de enero del 2024
- Libro: 88 Años del Carnaval, una fiesta conmemorativa. 2006
- Las imágenes fotográficas de los carnavales de 1918, 1919, 1921, 1922 y 1923, fueron proporcionadas por Olga Cota (finada)
- La imagen del Carnaval de 1891, es de la colección de Ernesto Sarabia Escandón
- La imagen de la portada es del carnaval 2023, que después de muchos años volvió a la tradicional Calle Ruíz, ante la inconformidad de algunos comerciantes.
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